El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible ha publicado la resolución provisional de las ayudas al abandono de la actividad del transporte por carretera correspondientes al año 2025. Esta medida, dirigida a transportistas autónomos de edad avanzada o en situación de incapacidad, vuelve a quedarse muy lejos de cubrir las necesidades reales del sector.
Un presupuesto congelado y una ayuda insuficiente
Un año más, el presupuesto destinado a estas ayudas se ha mantenido congelado en 9,6 millones de euros, lejos de los 20 millones de euros asignados en 2022. Esta reducción ha provocado que solo 321 transportistas hayan sido seleccionados como beneficiarios, lo que representa apenas un 20% de los solicitantes que cumplían todos los requisitos.
De los 1.811 transportistas que presentaron solicitud:
- 1.242 cumplían con todos los requisitos, pero solo una minoría ha sido seleccionada.
- 248 fueron excluidos por errores administrativos o incumplimiento de algún requisito.
30.000 euros por beneficiario… para unos pocos
La ayuda concedida a los beneficiarios asciende a 30.000 euros por persona, pero únicamente ha sido otorgada a transportistas mayores de 65 años o con una incapacidad reconocida. Mientras tanto, cientos de profesionales que sí cumplen las condiciones se quedan fuera una vez más, lo que evidencia la necesidad de una reforma urgente del sistema de ayudas.
La lista completa de beneficiarios y excluidos, junto con los motivos de denegación, puede consultarse en la web del Ministerio en este enlace:
👉 Consulta aquí la resolución provisional
Los transportistas disponen de 10 días para presentar alegaciones ante posibles errores o injusticias en la resolución.

Plataforma viene solicitando desde hace tiempo, que las ayudas al abandono de la actividad se incrementen como mínimo a los importes de 2022, que después del Paro de Transporte, se fijaron en más de 20 millones de euros.
Además, esta cifra la consideramos insuficiente, pero lo que no tiene nombre, es la bajada del presupuesto a los 9 millones actuales.
También la flexibilización de los requisitos, ya que actualmente, sólo aquellos de más de 65 años y con alguna incapacidad reconocida, tienen acceso a esta ayuda.
A partir de los 60 años, los transportistas entramos en un periodo de deficiencias físicas que las administraciones tienen que reconocer, ya que la insistencia en la jubilación a los 60 años es fruto de dicho problema, y, en consecuencia, debe de ser considerado de la misma manera para el cese de actividad, adecuando el presupuesto a las necesidades.
Este tema entre otros será motivo, de debate por Plataforma como ya ha venido siendo ante las administraciones, ya que, las asociaciones que hasta la fecha componen el actual comité nacional de transporte, han consentido dicha pérdida de presupuesto, a la vez, de no haber sido firmes ante tal atropello.