La Generalitat de Cataluña ha implementado una nueva restricción en la autopista AP-7 que afecta directamente a los transportistas. Desde este sábado, los vehículos pesados tienen prohibido adelantar en el tramo comprendido entre el kilómetro 290, en Calafat (l’Ametlla de Mar), y el kilómetro 332, en Freginals, en ambos sentidos de la circulación.
Esta medida, justificada por las autoridades como una forma de mejorar la seguridad vial y reducir la congestión en este tramo, supone una nueva carga para los transportistas. Limitar el adelantamiento para los vehículos pesados no solo ralentiza el flujo del tráfico, sino que también aumenta el estrés y la fatiga de los conductores, quienes se ven obligados a circular durante kilómetros en condiciones desfavorables.
Desde Plataforma Nacional, consideramos que esta es otra decisión más que castiga a los transportistas, convirtiéndolos en los responsables de todos los problemas viales sin tener en cuenta su realidad diaria. Los conductores profesionales ya enfrentan suficientes dificultades en su trabajo, y esta nueva prohibición solo añade más complicaciones a su labor.
Es necesario recordar que el transporte es un sector esencial que sostiene la economía y el abastecimiento de bienes. Sin embargo, medidas como esta parecen ignorar esa realidad y tratan a los transportistas como un problema en lugar de reconocer su papel fundamental.
Si realmente se quiere mejorar la seguridad vial y reducir la congestión, se deben buscar soluciones que no se basen siempre en penalizar a los profesionales del transporte. Desde Plataforma Nacional, seguiremos defendiendo los derechos de los transportistas, denunciando todas aquellas medidas que, bajo la excusa de la seguridad, solo generan más dificultades para quienes hacen posible que todo funcione.